Queridos amigos, un año más regresan unas fiestas cargadas de emociones, recuerdos y sensaciones que nos conmueven, y que nos hacen pasar estas fechas de un modo muy especial. A veces nos quejamos de cosas irrelevantes, le ponemos “peros” a las cosas buenas que nos ocurren, y sin embargo tenemos cubiertas las necesidades básicas por las que muchos seres humanos están, ahora mismo luchando y sufriendo.
Aprovechemos estas fiestas para acordarnos de estos seres humanos que no tienen Navidad y utilicemos algunos de nuestros recursos en ayudarles. Algo que deberíamos tener presente en cada momento del año, pero que en estas fechas se revela y se explicita, justamente por el sentido que tiene la Navidad en nuestra cultura.
El Shorinji Kempo es una buena manera de llegar a los demás, de mejorar nuestra sociedad a través de nuestro propio crecimiento. Pero es, en esencia, cada individuo, quien tiene la capacidad, y la responsabilidad, de compartir lo que tiene, de entregar una pequeña parte de sus recursos, para que no haya tanto sufrimiento en el mundo.
No debemos olvidar que la pobreza, las guerras y las hambrunas, son una consecuencia directa de cómo está organizado el mundo.
Felices fiestas
Un abrazo